La Asociación de la Prensa de Cádiz y la Fundación Cajasol han entregado el XXX premio Agustín Merello de la Comunicación a la periodista Pepa Bueno (1964). Con este galardón, los periodistas gaditanos han reconocido el sello de credibilidad y compromiso que la extremeña aporta a la hora de ejercer el periodismo.
La sede de la Fundación Cajasol en Cádiz ha acogido un acto en el que la galardonada ha estado arropada por autoridades y personalidades del mundo de la cultura, la literatura y el periodismo. Durante la breve ceremonia, conducida por la periodista Almudena de la Montaña, han intervenido Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol; y Diego Calvo, presidente de la APC.
Pulido ha subrayado el compromiso de Pepa Bueno con los ciudadanos en estos tiempos complejos. “Ejercer el periodismo es más difícil ahora, pero también más necesario” ha resaltado, del mismo modo ha agradecido la “empatía, el espíritu de denuncia y la búsqueda de la verdad que explican que Pepa Bueno sea un referente en el periodismo allá donde lo ejerza”. El presidente de la Fundación Cajasol ha concluido deseando mucha suerte en su nueva etapa al frente del periódico más leído de España.
Por su parte, Diego Calvo ha agradecido “el lleno” que registraba la azotea de la Fundación Cajasol y el respaldo económico de la entidad para que este premio considerado “la joya de la corona de la APC” se pueda mantener. El presidente de la asociación de la prensa gaditana ha hecho hincapié en el halo mágico que envuelve a este galardón, ya que se repite de forma recurrente que cada vez que se otorga, la persona galardonada es seguida por una estela de buena suerte.
Calvo no ha dejado pasar la oportunidad para llamar la atención sobre el delicado estado que vive la profesión periodística y la importancia de poner de relieve a personas que ejercen el periodismo con honestidad, preocupadas por ordenan la información y que buscan voces diversas desde una mirada comprometida y feminista.
Por último, y tras recibir el premio en metálico de 3.000€ patrocinado por la Fundación Cajasol y el diploma conmemorativo diseñado por el poeta Rafael Alberti, la periodista ha reivindicado el oficio: “Hace falta un periodismo ejercido con fineza, con respeto, incluido a los que no piensan como nosotros” ha defendido. Pepa Bueno ha tomado como referencia la figura de Agustín Merello y ha resaltado la importancia de “proteger el sentido del compañerismo y la inteligencia colectiva de un equipo periodístico, una redacción, que es la que convierte el caudal de datos, de cifras y opiniones en información verdadera y relevante para la ciudadanía, a la que nos debemos.”
La nueva directora de El País ha tenido tiempo para alabar el valor de la información local como “escuela de periodistas, que articula la democracia y que da un sentido de comunidad. Es importante hacer periodismo pegado a nuestra audiencia, con cercanía”, ha remachado. Pepa Bueno se ha despedido emocionada, no sin antes hacer referencia al momento tan idóneo en el que se ha fallado este galardón, días antes de su nombramiento como directora, y que le “da mucha alegría venir a Cádiz a recoger un premio. Una no puede elegir sus infiernos, pero si puede elegir su paraíso y el mío está por aquí cerquita” se ha despedido.